Honduras es actualmente el país con la mayor tasa de homicidios del mundo. Las cifras hablan por si solas: más de 20 personas mueren diariamente por arma de fuego en el país centroamericano. Una de las causas de esa violencia estructural es sin duda la desestructuración familiar.
Mamás y abuelas hondureñas con escasos recursos económicos se ven obligadas a seguir adelante con gran cantidad de hijos y nietos, con la ausencia de la figura paterna y su respectivo aporte económico. Uno de los fenómenos ascendentes dentro de la desestructuración familiar es el embarazo adolescente.
Solo en 2012 más de 50.000 adolescentes quedaron embarazadas en Honduras. Según el informe del Estado Mundial de Población, realizado por las Naciones Unidas, Honduras es el segundo país latinoamericano con mayor tasa de embarazos precoces, después de Nicaragua y solo superado por países del África Subsahariana. Datos oficiales revelan que en Honduras de cada 100 embarazos 22 son en adolescentes, unas cifras que no dejan de aumentar año tras año.
El 34% de los partos realizados en el Hospital Escuela de Tegucigalpa, que recibe diariamente gran cantidad de adolescentes embarazadas, son de chicas entre los 12 y los 18 años. En el centro de salud Alonso Suaso, otro centro hospitalario de la capital, el doctor Philippe Reyes realiza diariamente una decena ecografías a jóvenes embarazadas.
Según el fondo de población de las Naciones Unidas el embarazo adolescente no responde tanto a decisiones de las jóvenes mujeres sino a la ausencia de oportunidades, presiones sociales, culturales, económicas, y al contexto en el que conviven. En ese sentido las menores de 18 años con escasos recursos económicos, que viven en zonas rurales y con poca formación educativa tienen más probabilidades de quedar embarazadas que las demás.
Entre las principales causas del embarazo adolescente figuran también la falta de planificación familiar, la falta de acceso a la anticoncepción, la prohibición de la anticoncepción de emergencia, los estímulos sexuales presentes en los medios de comunicación, el machismo imperante en la cultura patriarcal subyacente y los alarmantes índices de violaciones intrafamiliares (por el padre de las jóvenes o del compañero sentimental de las mamás) que sufre la región.
Las jóvenes mamás viven el embarazo como una ruptura de la transición entre la infancia y la edad adulta. Su embarazo precoz les conlleva connotaciones negativas acompañadas de sentimientos de culpabilidad, rechazo y, sobretodo, falta de vinculación con el recién nacido. Muchas de las mamás adolescentes suelen abandonar los estudios después del parto echo que tiene sus consecuencias en futura condición económica de ambos, mamá y bebé.
Esta inercia tan común en la vida familiar hondureña crea un círculo vicioso difícil de cambiar: Jóvenes mamás sin figura paterna y con escasos recursos económicos dan a luz durante la adolescencia a potenciales jóvenes mamás que crecerán a su vez sin figura paterna y escasos recursos económicos.
Los padres adolescentes generalmente no se responsabilizan de la criatura después de la concepción y la mayoría de los niños y las jóvenes mamás terminan siendo sustentados por las abuelas que definitivamente se evidencian como un pilar de la estructura familiar en Honduras.
Para la sociedad actual hondureña, marcada por la violencia y la falta de esperanza, el embarazo adolescente sigue siendo un obstáculo hacia su emancipación. Éste proyecto fotográfico ha querido dar luz y rostro a esta problemática para contribuir a la toma de consciencia y señalar sus posibles causas.
Oriol Segon Torra es un joven fotógrafo español afincado en Manresa: "El camino hasta aquí no ha sido fácil, pero ha sido apasionante. A menudo he tenido algunas dudas tanto en el momento de realizar fotografias (intentando no rompre la sutil frontera del respeto) como en el momento de publicarlas. En más de una ocasión las imágenes quedaron olvidadas en un cajón. Ahora me siento con ganas de compartir los proyectos realizados y sobre todo de continuar realizando nuevos.
Oriol Segon Torra es un joven fotógrafo español afincado en Manresa: "El camino hasta aquí no ha sido fácil, pero ha sido apasionante. A menudo he tenido algunas dudas tanto en el momento de realizar fotografias (intentando no rompre la sutil frontera del respeto) como en el momento de publicarlas. En más de una ocasión las imágenes quedaron olvidadas en un cajón. Ahora me siento con ganas de compartir los proyectos realizados y sobre todo de continuar realizando nuevos.
En la actualidad realizo encargos fotográficos y de postproducción, imparto clases de fotografia cerca de casa y cuando empiezo a acumular algunos ahorros los dedico impulsivamente a nuevos proyectos fotográficos."
Vía: Oriol Segontorra
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