El dermógrafo o máquina de tatuar consiste, básicamente, en un número variable de agujas unidas a una barra metálica que se acciona mediante un motor de acción electromagnética.
Cuando se activa, las agujas se mueven rápidamente hacia arriba y hacia abajo de forma que la tinta que se deposita en en la punta es insertada en la capa superior de la epidermis.
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