El Retrato de Everhard Jabach y su familia, pintado por Charles Le Brun en 1660, comenzó a mostrar signos de deterioro y rastros de sus anteriores manipulaciones.
Un barniz de mala calidad dejó la pintura sin luz, oscura. Además, presentaba arañazos y marcas en el tejido del lienzo, hasta el punto de quebrarse en dos partes.
El Metropolitan Museum of Art de Nueva York puso en marcha un proceso urgente de restauración, bajo la supervisión de Michael Gallagher, el responsable de restauración de pinturas del museo.
El trabajo se prolongó durante más de 10 meses y todos los pasos fueron documentados en varios artículos, fotografías y vídeos.