domingo, 22 de febrero de 2015

Un Buda con sorpresa

Lo que parecía ser una estatua de un Buda tradicional del siglo XI o XII, escondía un sorprendente secreto revelado recientemente.

Una tomografía computarizada y una endoscopia realizada por el Museo Drents, con sede en Holanda y el Meander Medical Center de Amersfoort, mostraron que esta antigua figura de Buda encerraba, momificados, los restos de un maestro budista conocido como Liuquan, de la Escuela de Meditación china.

Para los budistas, un monje momificado sentado en posición de loto es un "no muerto". Se encuentra en una etapa transitoria para convertirse en un Buda real. En un estado espiritual conocido como "tukdam" o de meditación muy profunda.

"Si la persona es capaz de permanecer en este estado durante más de tres semanas, su cuerpo se contrae gradualmente y al final todo lo que queda de él es su pelo, sus uñas y su ropa. Por lo general, las personas que viven junto al monje llegan a ver un arco iris que brilla en el cielo durante varios días. Este es el estado de mayor acercamiento a Buda. El "Cuerpo-Arco Iris".

Si el meditador consigue permanecer en este estado, puede llegar a convertirse en un Buda. Alcanzar un nivel espiritual tan alto también ayuda a otros. Toda la gente de su alrededor experimentará un profundo sentimiento de alegría".

Barry Kerzin. Monje Budista y médico del Dalai Lama.







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