El artista y activista chino Ai Weiwei ha pasado un año entero viajando por 23 países distintos, acompañando a algunos de los 65 millones de personas que abandonaron sus hogares para escapar de la hambruna, el cambio climático o la guerra. Cruzando océanos y visitando campos de refugiados en ciudades fronterizas precarias de Afganistán, Grecia, Irak, Kenia, México, Turquía y otros, Ai documentó en "Human FLow" la tragedia de gente sin hogar de todas las edades y nacionalidades.
Las historias individuales de varios refugiados y su huida se entrelazan a lo largo de la película. Ai se centra principalmente en una visión global del problema que ilustra el alcance inimaginable de esta crisis, que ha envuelto a naciones enteras. Por su naturaleza, "Human Flow" reconoce que no hay soluciones fáciles para esta catástrofe monumental que nos afecta a todos, directa o indirectamente.
Una buena dosis de compasión y el reconocimiento de una humanidad compartida sería un buen comienzo.
Vía: https://www.humanflow.com/