lunes, 6 de abril de 2015

Próxima Parada: El Atlántico.

El destino de los viejos vagones del metro de Nueva York es el fondo del mar. Desde Delaware hasta Carolina del Sur, cientos de vagones son arrojados al Atlántico con la idea de crear arrecifes artificiales.

Más de 2.500 vagones de 18 Toneladas de peso, sin ruedas, ventanas o puertas, son apilados en barcazas y transportados hasta el lugar donde se dejarán caer al agua. Se convertirán el hogar de toda clase de vida marina.

El proyecto se llama "Next Stop The Atlantic" (Próxima Parada: El Atlántico) y el proceso ha sido capturado por el fotógrafo Stephen Mallon, a lo largo de tres años de trabajo gráfico.























No hay comentarios:

Publicar un comentario