Este dibujante autodidacta se inició en el mundo del tatuaje, inspirándose en la obra de Katsushika Hokusai, uno de los mayores representantes del periodo Edo japonés.
Diego empezó a dibujar en 2007 adquiriendo, con sus obras a lápiz, un importante reconocimiento mundial.
Cada retrato tiene una dedicación de más de 200 horas, pero los resultados hablan por sí mismos.
Con solo 23 años de edad, el futuro de este artista se presenta brillante.
Vía: Twisted Sifter
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