Ciudades sumergidas. Egipto faraónico. De nuevo, Egipto se muestra como el paradigma de los grandes descubrimientos arqueológicos. En esta ocasión son las ciudades de Heraklion y Menutis, fundadas hace 2.500 años, tragadas por el Mediterráneo y halladas hace pocos años por buceadores franceses y egipcios que han extraído del mar bellísimas antigüedades: esfinges, cabezas de faraones y estatuas de dioses como Isis y Serapis. Según los descubridores, las ciudades se encuentran prácticamente intactas bajo el agua y llevará años estudiarlas.
Hace unos 1.200 años, estatuas colosales de dioses egipcios adornaron la bulliciosa ciudad portuaria de Heraklion. Gracias a su enorme red de canales, la ciudad se convirtió en uno de los centros comerciales más importantes del Mediterráneo. Los barcos cargados de tesoros llenaban sus muelles. Se dice dice que Helena de Troya y su amante Paris residieron allí, al igual que el héroe griego Hércules.
Situada en la desembocadura del río Nilo, la ciudad era un lugar de gran cultura, así como de importante comercio.
De repente, una catástrofe desconocida provocó el hundimiento bajo el mar de toda la ciudad, donde quedó olvidada, a excepción de algunas referencias históricas.
Las ciudades, según los descubridores, se encuentran a tan sólo 10 metros de la superficie del mar y a unos seis kilómetros de la costa egipcia. Se cree que ambas urbes fueron engullidas por las aguas a causa de un seísmo. Las dos ciudades sumergidas han sido descubiertas a una veintena de kilómetros al este de Alejandría, según el Consejo Superior de Antigüedades egipcio y el Instituto Europeo de Arqueología Submarina, que dirige el buceador y cazatesoros francés Franck Goddio.
Las ciudades de Heraklion y Menutis, situadas en la bahía de Abukir, cerca de donde se encontraba la antigua ciudad de Canope, en la desembocadura de la ramificación occidental del Nilo, contienen vestigios de las épocas faraónica y grecorromana. Heraklion y Menutis eran célebres en la antigüedad por sus templos consagrados, respectivamente, a Hércules e Isis.
El hallazgo, según explicaron sus responsables, es resultado de dos años de investigaciones. Bajo el agua, los submarinistas han hallado estatuas, esfinges y columnas del antiguo Egipto. Algunas piezas se remontan, según los especialistas, a la 26ª dinastía (siglos VI-VII antes de Cristo) y a la 30ª dinastía (siglo IV antes de Cristo). También se han hallado monedas de las épocas bizantina e islámica. Los descubrimientos prueban que las dos ciudades, que seguramente conocieron su hora de gloria antes de la fundación de Alejandría, en el 331 antes de Cristo, por el conquistador macedónico que le dio su nombre, estuvieron activas al menos hasta el califato Omeya, en el siglo VIII.
El secretario general del Consejo Superior de Antigüedades egipcio, Gaballa Alí Gaballa, manifestó exultante, al presentar los hallazgos: "Es el descubrimiento más emocionante de la historia de la arqueología submarina". Goddio, por su parte, señaló: "Tenemos bajo el mar una ciudad intacta, congelada en el tiempo".
Heraklion, según los descubridores, era pequeña, de apenas un kilómetro cuadrado, y fue hasta la fundación de Alejandría la principal ciudad portuaria en el delta egipcio. La ciudad sumergida está enterrada en la arena submarina, pero Goddio afirmó que pueden percibirse las ruinas de las casas y las calles adoquinadas. Hay murallas de 90 metros y un muelle de 150 metros. Las paredes están caídas como piezas de dominó, lo que apunta a la teoría del seísmo.
Se cree que Heraklion y Menutis fueron fundadas hace aproximadamente 2.500 años como puerto comercial y punto avanzado faraónico para proteger las acometidas procedentes de los pueblos ultramarinos. Ambas aparecen citadas como grandes metrópolis en las obras de destacados geógrafos y viajeros de la antigüedad, como Estrabón o Herodoto, quien visitó Egipto en el año 450 antes de Cristo. "Encontramos lo que parecían las ruinas de un asentamiento faraónico o ptolemaico cuando rastreábamos la superficie marina de Abukir en busca de los restos de la famosa batalla que enfrentó aquí a la flota de Napoleón contra la de Nelson en 1789", dijo Goddio durante la presentación del hallazgo. "Sepultadas bajo el lodo, y junto a los cascos de las embarcaciones hundidas, aparecieron monedas y estatuas que nos empujaron a pensar que otro magno secreto ocultaba esta espectacular bahía. Así que decidimos dividir los proyectos y continuar aquí un año más", agregó. "Entre enormes columnas y edificios faraónicos aparecieron capiteles, esfinges y estatuas de Isis y Serapis, cuya similitud con las fuentes antiguas que manejamos nos hacen pensar que hemos localizado la denominada "ciudad del pecado", principal puerto de salida y entrada de mercancías antes de la fundación de Alejandría", aseguró.
Vía: Environmental Graffiti y El País
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