Desde 2006, más de 100 personas con albinismo, una enfermedad genética que se caracteriza por la falta de pigmento en el cuerpo, han sido agredidas en esta nación de África Oriental. 71 murieron.
Aproximadamente 1 de cada 1.400 personas en Tanzania tiene albinismo, en comparación con el promedio mundial de 1 de cada 20.000.
A pesar de esta alta concentración, la desinformación acerca de esta condición abunda.
Los ataques de brujos, que utilizan partes del cuerpo de los albinos en pociones mágicas que prometen riquezas, han llevado al gobierno a trasladar, por su propia seguridad, a niños y adultos con albinismo a centros vigilados.
Aunque se encuentran seguros, en muchos de estos centros se sufre hacinamiento, además de ser incapaces de ofrecerles un plan de futuro a largo plazo.
A todo esto se suman los problemas médicos, con tasas de cáncer de piel tan altos que la mayoría de los albinos mueren antes de los 40. Problemas de baja visión hacen que los esfuerzos por brindarles educación se conviertan en un desafío.
Aquellos que son capaces de permanecer en sus pueblos se enfrentan a una vida de aislamiento y de miedo, condenados al ostracismo por sus comunidades.
Lightness Philbert, que no sabe su edad y que fue abandonado en el centro, sostiene a Jessica. |
Niñas junto a una pequeña tienda. Kabanga Protectorate Center. |
Angel Salvatory (17 años) padece cáncer de piel y fue atacada por un grupo de hombres liderado por su padre. |
Epifanía "Felicidad" Ezra posa para un retrato en el poblado de Matiazo. El brillante sol lastima su piel. Sólo ha conocido a otra persona con albinismo en toda su vida. |
Zawia Kassim, 12 años. |
Muse fue abandonado. Se cree que procede de una zona fronteriza con Burundi, donde un mercado negro de partes del cuerpo de albinos está prosperando. |
Jacquelyn Martin (1979) es periodista fotográfica de Associated Press en Washington DC.
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